COMUNICANDO LA PAZ

Andrea Parolin

 

Ya ha pasado más de un año desde mi llegada a Colombia como voluntario del programa EU Aid Volunteers, y desde que he llegado, siempre he escuchado, prácticamente a diario, la palabra “Paz”. Se nombra en los talleres, se escucha en los noticiarios, se discute entre amigos. Es una palabra que, si vives en Colombia, asume una relevancia realmente particular.
Se habla de paz como consecuencia de la violencia que todavía sigue presente en la sociedad. Y no hablo solamente de la violencia generada por los actores armados, si no de la violencia más común y menos visible, la violencia que es más difícil de reconocer como tal y a la que alguien podría también acostumbrarse porque “no tan grave”.

 

De tipo de violencia y de como intentar evitarla hemos hablado mucho en el evento “Comunica con tu parche”, celebrado en Santander de Quilichao (Cauca). Este ha sido el segundo encuentro nacional organizado por el equipo de voluntariado de Alianza por la Solidaridad Colombia, donde se reunieron representantes de organizaciones de la sociedad civil de Cauca, Buenaventura y Tumaco. El objetivo general del evento fue generar un espacio de intercambio de conocimientos y experiencias acerca de lo que es la comunicación y de su impacto en la sociedad.

En ese encuentro, nos hemos enfocado en como poder utilizar la comunicación para evitar situaciones violentas y como poder resolver conflictos de manera pacífica.
Comunicación no-violenta, comunicación asertiva, resolución pacífica de los conflictos son algunas de las temáticas que hemos hablado con las chicas y los chicos que decidieron participar activamente en ese intercambio.

Una de las cosas que me ha interesado, y al mismo tiempo chocado, más fue poder escuchar sus historias frente a esos argumentos. Ha sido increíble escuchar como todas las organizaciones participantes se ocupan también de evitar, o por lo menos disminuir, el reclutamiento de jóvenes por parte de los grupos armados a través de sus actividades. Intentan dar una alternativa diferente a niños y niñas que han vivido todas sus vidas en el medio de la violencia. Y lo hacen utilizando la música, el reciclaje, el arte, el teatro… ¡hasta las conchas! Actividades de la vida diaria utilizadas para generar alternativas de paz e intentar llevar a cabo un cambio importante en las comunidades.

 

Y es cierto que te llena el corazón el hecho de tener la posibilidad de escuchar esos testimonios. Conocer siempre más personas que no están dispuestas a rendirse frente a la violencia y que se unen para lograr una sociedad de paz, donde todxs puedan vivir sin miedo y con la capacidad de afrontar de la manera correcta los conflictos que naturalmente puedan surgir.

Solo cuando logramos meternos en los zapatos de la otra persona y reconocerlo como igual, podemos sacar la violencia de nuestras vidas y ser un ejemplo concreto para todas las personas a nuestro alrededor.

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