MERRY CHRISTMAS IN HOLY LAND!MERRY CHRISTMAS IN PALESTINE!

 

Merry Christmas in Palestine by Cristina Millán.

Sé que me ha costado mucho decidirme a escribir algo en este blog y que algún@s ya estaban impacientes, pero, debido al gran choque cultural y a mi ignorancia sobre esta dura región, no me sentía (ni me siento) en el derecho de opinar ni hacer juicios de valor sobre cualquiera de las cosas que pasan y que experimento aquí.

Por un lado no me siento preparada ni con el conocimiento suficiente para comunicar adecuadamente sobre la guerra fría, la opresión y el abuso que impera en este pequeño trocito de tierra, pero tampoco me parecía justo hablar de vanalidades cuando diariamente, en el camino de mi casa en Ramallah al trabajo en Jerusalén, presencio constantes vulneraciones de Derechos Humanos (como el Derecho a una vivienda digna o a la libertad de movimiento o de vestimenta) y agresiones psicológicas que agotan los nervios del más paciente.

De hecho, menos de 15 km separan estas dos ciudades, pero hay un abismo cultural entre ellas, además de uno de los peores y más sangrantes checkpoints que hacen que nunca sepas cuánto tiempo vas a tardar en llegar a Jerusalén: lo mismo puede costarte 45 minutos como más de 2 horas y media. Depende de la voluntad de adolescentes israelíes que se dedican a comer pipas o limarse las uñas mientras que los palestinos y algunos internacionales hacemos cola esperando a ver si acaban su ardua tarea y nos dejan cruzar al país vecino, en donde Israel ya ha decidido unilateralmente que se encuentra Jerusalén.

Por todo eso y porque estoy en una tierra multicultural, llena de palestinos musulmanes y cristianos (hay hasta algún palestino judío!), judíos ortodoxos, judíos que ignoran la religión y/o al otro pueblo con el que comparten tierra; no me parecía justo empezar mi andadura en este blog hablando de vanalidades y menos en uno de los puntos en donde se encuentran juntitos la mayoría de los peores problemas del planeta, aún sin resolver.

Por todo ello, decidí hablar de un tema que simplemente me llamó la atención nada más aterrizar en estos lares y que, además es muy adecuado dadas las fechas: decidí hablar sobre la Navidad. Porque una menda ignorante como yo nunca se había planteado que en pleno Oriente Medio se celebrara la Navidad.

Claramente, había dado por sentado que si los palestinos son árabes forzosamente tenían que ser musulmanes; pero comprendí mi craso error, al llegar a Ramallah, ciudad de hecho de origen cristiano, y verla con bastantes motivos navideños: luces, árboles, Santa Klaus y adornos en las tiendas…(Al menos no ponen villancicos en las tiendas, lo cual es un detalle del que podrían aprender en España). Y es que como no va a haber palestinos cristianos en la mismísima cuna del cristianismo!! Como no iba a haber cristianos en una tierra en donde han convivido con respeto durante miles de años con musulmanes, judíos y hasta armenios y drusos!!

Es cierto que los palestinos cristianos son una minoría pero, por diversos motivos en los que no voy a entrar, parece que en Occidente asociamos directamente que todo árabe es musulmán; cuando en realidad existen árabes cristianos y hasta árabes judíos! La realidad es que existen pueblos con una amplia tradición cristiana (pensad en Belén y su historia y parece obvio que debe tener cristianos), otros en los que existen pequeñas comunidades cristianas y otros que realmente están haciendo un esfuerzo por mostrar al mundo otra realidad un poco diferente a la que nos tienen acostumbrados los medios de comunicación.

Y bueno que al final la globalización llega a todos lados y resulta que Ramallah, la capital administrativa de Palestina, está llena de árboles de Navidad y hay un desfile de Papás Noeles, cada tarde por todo el centro de la ciudad!

Y en Ramallah, como en Jerusalén, en Belén o Nablús, más allá de las tradiciones y su mezcla, más allá de las interculturalidades, la Navidad que se vive en cada una de esas localidades, su concepto, debería traducirse en un deseo expreso de paz y concordia que por desgracia en la actualidad sigue estando en cierto modo ausente. Los recientes ataques de Gaza siguen aún en la memoria colectiva del palestino al que tampoco la incorporación de su territorio a la ONU ha servido de consuelo. Por eso es necesario desde este púlpito expresar un deseo de paz, de paz colectiva y paz interior, que solo podrá conseguirse con el reconocimiento de unos derechos.

Y tras todo esto, nos vamos a Belén a pasar la Nochebuena!!!

FELIZ NAVIDAD A TODOS Y TODAS!!!

MERRY CHRISTMAS!!

Sé que me ha costado mucho decidirme a escribir algo en este blog y que algún@s ya estaban impacientes, pero, debido al gran choque cultural y a mi ignorancia sobre esta dura región, no me sentía (ni me siento) en el derecho de opinar ni hacer juicios de valor sobre cualquiera de las cosas que pasan y que experimento aquí.

Por un lado no me siento preparada ni con el conocimiento suficiente para comunicar adecuadamente sobre la guerra fría, la opresión y el abuso que impera en este pequeño trocito de tierra, pero tampoco me parecía justo hablar de vanalidades cuando diariamente, en el camino de mi casa en Ramallah al trabajo en Jerusalén, presencio constantes vulneraciones de Derechos Humanos (como el Derecho a una vivienda digna o a la libertad de movimiento o de vestimenta) y agresiones psicológicas que agotan los nervios del más paciente.

De hecho, menos de 15 km separan estas dos ciudades, pero hay un abismo cultural entre ellas, además de uno de los peores y más sangrantes checkpoints que hacen que nunca sepas cuánto tiempo vas a tardar en llegar a Jerusalén: lo mismo puede costarte 45 minutos como más de 2 horas y media. Depende de la voluntad de adolescentes israelíes que se dedican a comer pipas o limarse las uñas mientras que los palestinos y algunos internacionales hacemos cola esperando a ver si acaban su ardua tarea y nos dejan cruzar al país vecino, en donde Israel ya ha decidido unilateralmente que se encuentra Jerusalén.

Por todo eso y porque estoy en una tierra multicultural, llena de palestinos musulmanes y cristianos (hay hasta algún palestino judío!), judíos ortodoxos, judíos que ignoran la religión y/o al otro pueblo con el que comparten tierra; no me parecía justo empezar mi andadura en este blog hablando de vanalidades y menos en uno de los puntos en donde se encuentran juntitos la mayoría de los peores problemas del planeta, aún sin resolver.

Por todo ello, decidí hablar de un tema que simplemente me llamó la atención nada más aterrizar en estos lares y que, además es muy adecuado dadas las fechas: decidí hablar sobre la Navidad. Porque una menda ignorante como yo nunca se había planteado que en pleno Oriente Medio se celebrara la Navidad.

Claramente, había dado por sentado que si los palestinos son árabes forzosamente tenían que ser musulmanes; pero comprendí mi craso error, al llegar a Ramallah, ciudad de hecho de origen cristiano, y verla con bastantes motivos navideños: luces, árboles, Santa Klaus y adornos en las tiendas…(Al menos no ponen villancicos en las tiendas, lo cual es un detalle del que podrían aprender en España). Y es que como no va a haber palestinos cristianos en la mismísima cuna del cristianismo!! Como no iba a haber cristianos en una tierra en donde han convivido con respeto durante miles de años con musulmanes, judíos y hasta armenios y drusos!!

Es cierto que los palestinos cristianos son una minoría pero, por diversos motivos en los que no voy a entrar, parece que en Occidente asociamos directamente que todo árabe es musulmán; cuando en realidad existen árabes cristianos y hasta árabes judíos! La realidad es que existen pueblos con una amplia tradición cristiana (pensad en Belén y su historia y parece obvio que debe tener cristianos), otros en los que existen pequeñas comunidades cristianas y otros que realmente están haciendo un esfuerzo por mostrar al mundo otra realidad un poco diferente a la que nos tienen acostumbrados los medios de comunicación.

Y bueno que al final la globalización llega a todos lados y resulta que Ramallah, la capital administrativa de Palestina, está llena de árboles de Navidad y hay un desfile de Papás Noeles, cada tarde por todo el centro de la ciudad!

Y en Ramallah, como en Jerusalén, en Belén o Nablús, más allá de las tradiciones y su mezcla, más allá de las interculturalidades, la Navidad que se vive en cada una de esas localidades, su concepto, debería traducirse en un deseo expreso de paz y concordia que por desgracia en la actualidad sigue estando en cierto modo ausente. Los recientes ataques de Gaza siguen aún en la memoria colectiva del palestino al que tampoco la incorporación de su territorio a la ONU ha servido de consuelo. Por eso es necesario desde este púlpito expresar un deseo de paz, de paz colectiva y paz interior, que solo podrá conseguirse con el reconocimiento de unos derechos.

Y tras todo esto, nos vamos a Belén a pasar la Nochebuena!!!

FELIZ NAVIDAD A TODOS Y TODAS!!!

MERRY CHRISTMAS!!

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